Voy a contar una historia de un hombre que fue arrestado
por descojonarse vivo de comandantes y cabos.
Soy Jacobo,¡oh, oh, oh! Me descojono,¡oh, oh, oh!
Soy Jacobo,¡oh, oh, oh! Me descojono,¡oh, oh, oh!
Cuando se pone borracho, se tira a pedir en la calle
con un cartelillo que dice: “aquí hay un teleco en paro”.
Soy Jacobo,¡oh, oh, oh! Me descojono,¡oh, oh, oh!
Soy Jacobo,¡oh, oh, oh! Me descojono,¡oh, oh, oh!
Alguno al montar en su coche ha perdido los cataplines.
Va invadiendo las aceras o corriendo San Fermines.
Soy Jacobo,¡oh, oh, oh! Me descojono,¡oh, oh, oh!
Soy Jacobo,¡oh, oh, oh! Me descojono,¡oh, oh, oh!
Y conoció a una pibita que le invitó a un cumpleaños.
Y para arrasar en su casa se acordó de sus hermanos.
¡Somos los hermanos de Jacobo, oh, oh, oh!
¡Somos los hermanos de Jacobo, oh, oh, oh!
Piriti traun traun traun.
Piriti traun traun traun.
jueves, 24 de enero de 2008
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