No me deis falsos consuelos, que no soporto esta cruz.
Dadme un mini de cerveza,
que quiero pronto olvidar que un Tajúa se nos va.
Cantar del pueblo Tajúa, no quiero verlo, no puedo.
No puedo quedarme quieto, impasible y sin cantar.
Así canto esta saeta a Joaquín el Nazareno,
buen amigo y compañero, que está subiendo al altar.
De luto tengo que estar, porque este tan negro día,
va a ver a Joaquín Mayans esposado de por vida.
Y no se podrá escapar, atrás quedan mil batallas,
de un plumazo ya selladas Huertas, Minas y Aurrerá.
Quién me presta una chistera
que la tribu está de luto,
y llora de rabia y pena,
porque su miembro más pulpo
está atado a mil cadenas.
Cantar del pueblo Tajúa, no quiero verlo, no puedo.
No puedo quedarme quieto, impasible y sin cantar.
Así canto esta saeta a Joaquín el Nazareno,
buen amigo y compañero, que está subiendo al altar.
De luto tengo que estar, porque este tan negro día,
va a ver a Joaquín Mayans esposado de por vida.
Y no se podrá escapar, atrás quedan mil batallas,
de un plumazo ya selladas Huertas, Minas y Aurrerá.
viernes, 1 de febrero de 2008
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