Tribu, amado clan Tajúa; recuerdos y nostalgias son toda mi fortuna.
Hay un fuego que me quema y que me encoge la voz.
Tomo una cerveza y os canto ya mi canción.
Y si desentono es tan sólo, por la emoción.
Tribu, tribu, me ponéis el alma inquieta de un gorrión sentimental.
Hoy, recuerdo los días que derrochamos alegría y libertad.
Vieja, tribu, perdona si al evocarte se me tienta un lagrimón.
Que el partir de tu lao, es un parto prolongao, que me parte el corazón.
Cuna de farras y canciones, de juergas y entrevelos, de todos mis amores.
Con mi marcha yo ya dejo todo aquello que más quiero.
Los domingos, el baloncesto era mi gran ilusión.
Comidas, cancioneros y las tapitas tan ricas de este mesón.
Vieja, tribu, me ponéis el alma inquieta de un gorrión sentimental.
Hoy, recuerdo los días que derrochamos alegría y libertad.
Vieja, tribu, perdona si al evocarte se me tienta un lagrimón.
Que el partir de tu lao, es un parto prolongao, que me parte el corazón.
viernes, 1 de febrero de 2008
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