Ya en tu destino Tajúa, se cruzan senderos que hoy se bifurcan.
Escucha pues, este consejo, si es que aún te queda una sombra de duda.
Si eliges el diestro, camino siniestro,
te aguardan la suegra y el cura,
los niños, el piso, las letras.
Friega tú los platos, baja la basura.
Cabalga, caballo Tajúa, rompe ya las bridas, rechaza la montura.
Desmonta a ese jinete que te lleva presto a tu sepultura.
¡Hay que arrasar, hay que arrasar, hasta no poder ya más!
¡A navegar, a navegar, hay muchos mares que surcar!
¡Sin naufragar, sin naufragar, no caeremos, no jamás!
¡Hay que arrasar, hay que arrasar, hasta no poder ya más!
viernes, 1 de febrero de 2008
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